VENDER O
COMPRAR SANGRE ES UN DELITO
NUÑEZ
LAZO, Angie
Las avenidas aledañas a los hospitales
más importantes del estado, se encuentran infectados no solo de enfermos, sino
de vampiros con sed de nueva sangre. El Hospital Edgardo Rebagliati Martins no
es ajeno a esta realidad, es aquí donde estos comercializadores ilegales de
sangre lucran con la urgencia de enfermos y familiares desesperados por el
bienestar de estos.
El donar sangre a una persona que lo
necesita es un acto de amor, lamentablemente esos llamados “vampiros” muy poco
les interesa, para ellos este acto tiene un precio. En nuestro país se están
perdiendo los valores, y este es un claro ejemplo.
A diario se ven miles de personas
transitando por las afueras del hospital, entre ellos enfermos que vienen por
una consulta, familiares, doctores, ambulantes, o peatones en general. Sin
embargo entre esta multitud, están sumergidos los vampiros, en espera de su
nueva víctima, que por un poco de dinero fácil y rápido contribuyen a este
ilegal y triste negocio.
DONANTES FALSOS
Dr. Jesús Diaz, Jefe del Servicio de Medicina
Transfuncional del hospital Rebagliati, comentó
que acuden al banco de sangre del referido nosocomio con el Documento Nacional
de Identidad (DNI) falso para
evitar ser detectados por el sistema informático que posee este servicio; no
obstante, señaló que los tecnólogos y demás personal los reconocen e impiden
que el “acto ilegal” se concrete.
“Son
vendedores profesionales que acuden con identidad falsa o no recuerdan a qué paciente donaron, hace apenas unos
meses”, dijo.
Como entidad prestadora de un servicio,
comentó que Essalud no tiene la competencia
de iniciar un proceso de investigación o denunciar a los individuos
identificados como vendedores de sangre porque los
médicos no presencian la entrega del dinero.
“Estas
personas, sin embargo, representan un número mínimo respecto al total de
postulantes para la
donación que se presentan diariamente, los que pueden alcanzar hasta 150 en
promedio”, relató.
La salud de los enfermos de dicho
sanatorio está en riesgo, gracias a estos falsos donantes quienes sin
importarles si cuentan con los requisitos necesarios o no para esta trasfusión,
van con engaños a perpetuar su ilícito donativo.
QUE TAL
CONTRASTE
Una enfermera del hospital Rebagliati, Elizabeth
Gutiérrez, reconoció que existen personas que saben acerca de la
comercialización de sangre en el centro de salud. Sin embargo, no buscan una
solución aquello.
“Hasta donde llego a conocer, estas redes se han llegado
a incrementar de una manera impresionante debido a la falta de personas que
donen voluntariamente sangre” relató.
“Los trabajadores del
hospital son participe de esta red de vampiros, como los agentes de
seguridad, doctores, enfermeros, que a pesar del conocimiento del peligro de esta adquisición ilegal de
sangre siguen sin tomar conciencia de ello” comentó.
Según nos cuenta Elizabeth estos cómplices no son
denunciados por miedo a represarías, a pesar de que esta en conocimiento de la
mayoría de trabajadores del hospital. “Es una mafia, y nadie quiere salir
perjudicado” nos comenta con miedo a que la despidan de sus labores.
DONAR, VENDER,
COMPRAR
El artículo 327 de la Ley General de
Salud establece que está prohibido el comercio de
órganos, tejidos y
células. La donación de éstos con fines de trasplantes, se regirá por
principios de altruismo, ausencia de ánimo de lucro y confidencialidad, por lo
que su obtención y utilización serán estrictamente a título gratuito.
Estudiante
del instituto SISE, Gibert Anticona, donante de corazón.
“Es una
manera de ayudar al prójimo, hoy en día creo que es difícil encontrar donantes
por doquier. Mis padres son donantes y animo a mis amigos para esta buena
causa”, contó.
Madre de
familia, Jesenia Santamaría, compra sangre.
“A falta
de donantes recorrí a un comprador de sangre, mi hijo tiene leucemia y el tipo
de sangre que él tiene, O Rh negativo, es
difícil de encontrar”, explicó.
Estudiante de la universidad Inca Garcilaso De La Vega, vendedor de sangre
“Comencé
a vender mi sangre por los bajos recursos que tengo, con lo que me pagan, pago
mi universidad, ayudo a mi familia con los gastos de la casa”, justificó.
ALGÚN VAMPIRO POR ALLÍ…
En mi osadía por saber más sobre el tema y no quedarme en testimonios
ajenos y libros electrónicos, decidí indagar entre mis compañeros, para ver si
conocían el tema y me di con la sorpresa que uno de ellos, conocía a un
“vampiro”, sin dudarlo le dije que me contacte con él.
Así fue que conocí a Alexander López, un
viejo vampiro, que tiene ya algunos años ejerciendo este ilícito negocio.
Después de una llamada, quedamos en encontrarnos en la esquina del hospital del
empleado. Fui a la hora acordada, sin llegar un minuto antes ni un minuto
después, estaba algo nerviosa, pues sabía que iba hacer algo que no estaba
dentro de la ley. Lo pude reconocer por el color de polo (me habría dicho con
cual estaría), todo fue muy tranquilo, nos dirigimos al frente del sanatorio.
Alexander, me empezó a preguntar cosas de la universidad y del amigo que
tenemos en común, después de un rato, conversamos de la donación.
Le dije que tenía una perforación en la
oreja izquierda, y éste me dijo que no era problema, es más así tuviera un
tatuaje tampoco habría inconveniente, solo tenía que tener cuidado que no lo
vean. Me explicó para quien sería destinada mi sangre, como debía entrar y que
debía decir.
Caminé hacia el nosocomio, muy confiada
pero a la vez nerviosa. Al entrar al banco de
sangre, un agente de seguridad me
pidió mi DNI y el nombre de la persona a la cual donaría. Mentí y le dije que
iba por el papá de una amiga de la universidad, me preguntó por tal y le dije
que estaba en la escuela.
Me entregó una hoja en la cual debía poner mi nombre completo y firmar,
ya que iba voluntariamente a donar. Ya en la sala de espera, me entregaron una
ficha con más de 20 preguntas relacionadas a mi vida personal y a mi salud.
Finalmente,
llegamos a la conclusión que a falta de
estabilidad económica en el país genera que las personas empleen una nueva
modalidad de generar dinero de manera ilegal, pocos donantes, muchos vampiros.
Está en nosotros hacer lo correcto.
“Al final, lo que importa no son los años de
vida, sino la vida de los años” Abraham Lincoln
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