Bajo el Umbral

Así como el mínimo destello de luz en la oscuridad cruza el umbral de la percepción y estimula al ojo humano para su registro, en el periodismo, sólo es necesaria una pizca de información para investigar lo que aún está oculto, lo que está “Bajo el Umbral”.

jueves, 10 de julio de 2014

Luchador por vocación



LUCHADOR POR VOCACIÓN

 De izquierda a derecha, Curt Hawkins y Antonio Cesaro, superestrellas de la WWE.
Por: Julio Oporto Herencia
En el Perú, cada vez más espectadores se suman a la afición de la lucha libre. Algunos, no se contentan con tan solo ser seguidores y se inclinan a practicar esta disciplina que sensibiliza el corazón y endurece la piel.
“Cada tatuaje de mi cuerpo simboliza una etapa de mi carrera. Para mí, el arte corporal significa expresión. Es un estilo de vida y puede servir como un recordatorio de todo lo que viví, el día en que termine mi carrera, tendré una historia que contar a través de mi cuerpo y será la historia de mi vida". Edge



Golpes de antebrazo, llaves en la lona, personajes que hacen historia, un solo espectáculo; la lucha libre se ha convertido en uno de los principales deportes de entretenimiento en el mundo. En nuestro país, se realiza desde hace varios años atrás logrando obtener miles de aficionados que se deslumbran por las habilidades de su luchador favorito. Esto  no es un juego, en el ring, o ganas tú o lo hace tu contrincante.


Golpes con antebrazo. Una, dos, tres veces para debilitar al oponente.
 
Los gritos se oyen desde las afueras del ring: ¡Dorian, Dorian! Él lleva la delantera. Aprovecha que  su oponente, Marcelino, está aturdido para atacarlo. Mansilla escala el poste de la esquina, pisa la primera cuerda, sube a la segunda y logra ponerse de pie en la última. Marcelino gira a su alrededor y trata de encontrarlo. Sin embargo no lo consigue; entre su desconcierto gira nuevamente y se percata que su rival ya está listo desde la tercera cuerda. Dorian se impulsa y cae Dorian da por finalizada la batalla tras un cabezazo desde la tercera cuerda. pesadamente encima de Marcelino al pie del ring. Raudamente, se pone de pie y arrastra a su contendiente y lo lleva al ring. Dorian prepara su movida especial que significaría el final de la lucha. Escala a la tercera cuerda y vuela por los aires. Es todo para Marcelino. 
El titulo máximo en parejas de la LWA. La comparten Dorian y Badboy


En nuestro país la afición por la lucha libre es significativa desde tiempos inmemorables. Desde el famoso “cachascán” (un peruanismo derivado del inglés catch-as-can, que significaría agarrar) hasta el estilo libre de batalla actual. Así, esta disciplina no solo ha conseguido miles de espectadores y seguidores, sino también participantes que desean practicarla y convertirse en destacados luchadores en nuestras academias peruanas.


Estas instituciones se dedican a la instrucción exhaustiva de este deporte. Una de ella es la LWA (Leader Wrestling Association), empresa que se fundó hace algunos años y que ha conseguido el respaldo nacional y del exterior así como el prestigio de una liga internacional 

Lo que busca la LWA es formar luchadores internacionales. No solo nosotros practicamos en nuestro ring, también llegaron a él, megaestrellas de la lucha libre internacional como Antonio Cesaro, El Genérico, Súper Crazy, Súper Z, entre otros, declaró Giancarlo Moyano entrenador de la LWA para el diario Correo
Incluso, Hugo Savinovich, uno de los narradores más éxitosos que estuvo en la WWE (World Wrestling Enterteiniment), visitó esta empresa para relatar uno de los eventos más importantes.


 Través de sus eventos, la LWA ha conseguido el respeto de academias reconocidas internacionalmente así como la admiración de la fanaticada latinoamericana del deporte. Para el show estelar Alta tensión que se realizara este 28 de julio en Doña Esther N° 100, Surco, la academia contará con la presencia de la superestrella exWWE, Carlito, que se batirá mano a mano con tres luchadores peruanos que ya han conseguido el campeonato más alto: Caoz, Muhlig y Apocalipsis. Además contará con la narración estelar de Hugo Savinovich, famoso excomentarista de la máxima industria del entretenimiento 

Carlito, la exsuperstrella de la WWE se aproximará a la lona limeña de la LWA para el evento Alta Tensión.

No obstante, la empresa luchistica que se caracterizó por los golpes al ras de la lona, llaves irrompibles de rendición y conteos dramáticos de uno, dos, tres, no estalla en los corazones de los peruanos como lo hizo hace medio siglo atrás, donde la lucha libre llegó a su máxima expresión.


Las técnicas, llaves y golpes corren por el corazón de los gladiadores peruanos.

LA WWE PERUANA DE ANTAÑO

Cuando nos referimos a lucha libre peruana, sin duda nos remontamos a la década de los años 70’s. Tanto en México y Argentina como en nuestro país, llegaron las primeras noticias de la disciplina deportiva. Más allá de las llaves y los golpes, lo primero que se conoció fue la historia de los gladiadores, las rivalidades, las luchas por el campeonato y las tradicionales apuestas por las máscaras y cabelleras.

En una publicación reciente sobre la historia de la lucha libre peruana, el diario Depor recoge una
serie de informaciones valiosas sobre lo acontecido en el desaparecido coliseo ‘Luna Park’ y posteriormente el coliseo ‘Amauta’, ambos eran asistidos con gran concurrencia. Tanto fue así que llegaron a la ‘tele’ con el programa  Los colosos del catch y obtuvieron un rating colosal.
El premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, era fanático del cachascán. Cubrió varios combates en el ‘Luna Park’ cuando redactaba para el diario La Crónica. Incluso plasmó las hazañas de luchadores como el ‘Toro’ y ‘El Peta’ en su obra cumbre Conversación en la Catedral.
Durante esa época, el ‘cachascán’ vivió su momento dorado. Los héroes y villanos eran infaltables en el ring. Personajes como Sandokán, Huracán Sánchez, El Zorro Pepe o Robin Hood, buscaban demostrar que podían llevarse la victorias con su habilidad.



*El ‘Cachascan’ tuvo gran afluencia de espectadores durante la década de los 60. Incluso llegaron a la televisión.

Por el lado de los malos, estaban Dandy, La Momia, El vikingo y Super Cholo, quienes encarnaban el lado sucio del juego. Ellos eran los chicos malos que ejecutaban movimientos ilegales o se valían de armas (la más usual, la manopla) que escondían entre sus pantalones, para llevarse la victoria cuando estaban a punto de ser derrotados.
Finalmente, cuando mediaba la decáda de los 70’s, el ‘cachascan’ desapareció, y todo apunta que fue por presión del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado. Lo cierto es que los luchadores de ‘Luna Park’ no volvieron más. Así fue que los reflectores se apagaron y no pudimos ver más en acción a los ‘colosos’ peruanos.




El ‘cachascán’ en su momento dorado.


 



EL ‘CACHASCAN’ VOLVIÓ A BRILLAR

Un día, a mediados de los años 70’s, la gente, de pronto, no quiso volver a ver las luchas. Se apagó de repente, el delirio de los espectadores que acompañaban a sus gladiadores favoritos.

Hasta hace un par de años, todo apuntaba que no se podía revivir la euforia que generaba las batallas de los 70’s. Evidentemente, porque el deporte ‘rudo’ en otros países ya había evolucionado.


 
No obstante, esta pasión resucitó cuando la WWE visitó por primera vez el Perú. Esta gira latinoamericana dejó las mejores impresiones económicas en nuestro país. Más de 15,000 espectadores se reunieron en el Estadio Nacional para disfrutar del magno evento en donde luchadores como Shawn Michaels y Jeff Hardy  hicieron notar su presencia.



Shawn Michaels, superestrella histórica de la WWE, mostró su   gratitud colocándose la bandera de nuestro país.

La lucha libre en el Perú volvió a brillar con 
la formación de la academia LWA.
 

 


Del mismo modo, la lucha libre en el Perú volvió a brillar tras la cimentación de la academia LWA en donde se busca reivindicar la cultura del ‘cachascan’ e identidad que nunca debió interrumpirse.  


La recuperación de esta pasión ha generado muchas expectativas entre los peruanos. Aunque la cultura del “cachascan” no volverá nunca. Sin embargo, el potencial que tienen nuestras nuevas generaciones de gladiadores peruanos, es digno de un espectáculo y está para apoyarlo. Y esperemos que no se repita ese día por allá de los 70’s, que la gente, simplemente, no quiso volver a ver la lucha. 


Antonio Cesaro, superestrella de la WWE, identificado con la lucha libre peruana.
 

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