Bajo el Umbral

Así como el mínimo destello de luz en la oscuridad cruza el umbral de la percepción y estimula al ojo humano para su registro, en el periodismo, sólo es necesaria una pizca de información para investigar lo que aún está oculto, lo que está “Bajo el Umbral”.

viernes, 13 de junio de 2014

Ya no callare mas


Cynthia Morales Diaz 
Ya no callaré más 



La violencia familiar que muchas personas viven en




silencio y no pueden decirlo por miedo, en el Perú la violencia se da en todos los aspectos y clases sociales

Todo acto de violencia es un delito, no se puede entender como un ser humano puede causar tanto daño a su prójimo, la psicóloga Maribel Torres dice que una persona cuando permite ello es porque desde su infancia le sucedió lo mismo, y lo ejerce con los demás. La violencia familiar no se puede diferenciar fácilmente, ya que la mama siempre desde niñas nos indica que hacer y como hacerlo y si no cumples recibes un castigo, ya sea levantando la mano o agresión verbal, insultos y demás.

Todo ello es violencia, nadie puede pasar los límites de enseñanza. Todo ser humano por más pequeño que sea tiene derechos y no puede sobrepasarlos.

En casa siempre se debe enseñar el respeto y trato con las demás personas, sin insultos ni gritos, porque hasta el levantar la voz es un tipo de violencia, sabemos que muchas veces no es fácil mantener la tranquilidad, pero debemos contar con la tolerancia y saber que con furia e ira no se soluciona ningún tipo de problemas.

Las cifras de violencia son impresionantes. Antiguamente esto se veía con normalidad, los insultos o gritos de parte de los padres a sus hijos, y otros cuando el esposo o pareja le pegaba a la mujer. Ahora esto a cambiado cualquier acto de violencia es denunciado.

No todos pero sí la gran mayoría, se sabe que el en Perú el 88% de las mujeres son golpeadas por sus esposos ya sea violencia física o sexual, de igual manera este tipo de agresión también lo sufren los niños en su domicilio donde deberían estar mas seguros y protegidos, pero la realidad es otra y muy distinta. Los 12 % restantes son niños maltratados. En el Perú es muy frecuente y noticia de todos los días estos tipos de agresiones.

Hoy el tema de la violencia dejó el espacio de lo privado y secreto al espacio de lo público y es actualmente uno de los graves problemas sociales

Pero hay algo bastante irónico: ¿Por qué razón cuando hablamos de violencia o de criminalidad nos centramos en la calle, ignorando lo que pasa en el hogar?... ¿Por qué un tipo de violencia lo sancionamos y el otro la aceptamos, o al menos lo toleramos con el silencio?...

En el caso de la violencia familiar el fenómeno no se ve porque se nos ha hecho cotidiano, se ha "naturalizado”.

La violencia se da en el marco de la supuesta protección de la familia. Este hecho es una de las principales razones por la cual se ha ocultado socialmente y aún más se ha tolerado; pero a la vez es una de sus características centrales que nos permite entender su impacto demoledor en las víctimas.

En la familia violenta el rol de afecto, protección y cuidado del grupo familiar es reemplazado por el daño, la amenaza y el temor. Sin embargo, el discurso continúa siendo el del afecto y protección. Y este se traduce en "yo te golpeo porque te amo", o bien "tu haces que yo te golpee”.


Muchos son los factores que han confluido para mantener el silencio sobre la situación de violencia en el hogar: la necesidad de resguardar la privacidad de la familia, diferencias culturales sobre la concepción de la violencia, temores o simplemente el dolor de hablar. Pero hay otros hechos que han ayudado a que la situación comience a hacerse visible.

La violencia doméstica implica acciones que van desde el homicidio, distintos tipos de agresiones físicas, agresiones sexuales, amenazas y agresiones psicológicas. Se da en una relación de poder y jerarquía, ésta es considerada como una forma de ejercer poder sobre alguien situado en una posición de subordinación.


CHARLA PSICOLOGICA




En una conversación con la psicóloga Maribel Torres, ella labora en la DIRINCRI- P.N.P nos cuenta que ha visto todo tipo de violencia y nos da una visión de la violencia familiar. Hasta ahora habíamos creído que darle un golpe a una persona era el único tipo de violencia familiar. Pero ella nos indica que no es así.


Ella nos informa que hay muchas formas y tipos de violencia familiar que hacen mucho daño a las personas: la violencia emocional que siempre le sigue de la violencia física, destruir la autoestima de una persona con insultos, críticas, desprecios, abandono o insultos. También eso es violencia.


No cabe duda que a veces los golpes del alma son más fuertes y dañinos que las del cuerpo y dejan heridas mucho más profundas. Las personas que sufren este tipo de violencia lo hacen calladas por lo mismo no reciben ayuda y lo siguen padeciendo. También nos informa que la violencia se da de mujer al hombre, donde ellos son maltratados o insultados por sus parejas, no es muy común pero se ha visto casos escasos y muy fuertes donde se da la violencia contra el hombre. En el caso de los niños, la violencia se da por maltratos o golpes de los padres por un comportamiento inadecuado de los niños. Los padres tienen una percepción errónea de la crianza de ellos. Desde muy pequeños se les debe enseñar a tener responsabilidades y limites en la vida, pero como muchos de ellos trabajan casi todo el día y no cuentan con el tiempo suficiente para poder pasar tiempo con sus hijos, digamos que los compran con cosas y demás, y eso a la larga tiene consecuencias muy graves, porque ya de grandes no van a saber diferenciar y van a querer tener todo lo que desean, porque desde niño se les inculcó. Otro error de los padres es que piensan que con golpes o gritos los niños van a hacer caso y decir “si mamá o papá” y no es así. Porque el respeto se da desde un comienzo, cuando ellos llegan al mundo ya son personas y tienen los mismos derechos que todos, por mas pequeños que sean se le debe respetar de la misma manera. Con la violencia no se hace ni se gana nada en absoluto, sino mas bien trae consecuencias más adelantes muy graves que hacen que los niños crezcan con furia y rabia. Al final así como los trataron lo van a desarrollar con otras personas, y eso hace que en el mundo las personas sean agresivas, bruscas y demás.



“Como mi padre me maltrató, sentí que todos podían hacerlo”


Me encontré con una mujer de 26 años. Cuando fui a buscarla iba pensando en como era posible que una joven así haya pasado y sufrido tanto. Me imaginaba a mí en su lugar y saber si yo hubiera soportado tanto. Ella tiene mi edad y no se como pudo o ha podido vivir en silencio tanto tiempo. Cuando la conocí y me encontré con ella no parecía de su edad. Me asombre y dije: ella no tiene esa edad, porque la apariencia era muy distinta, tenía el cabello maltratado, el rostro sin color ni nada, su vestimenta era muy opaca, apenas la vi sentí que como sigue viva.

Averigüe que tiene 2 hijos, se fue de su casa cuando tenía tan solo 19 años porque su padre la violó. Ella estaba estudiando y tuvo que dejarlo por ese motivo. Ella tenia enamorado y se fue con él. Luego se embarazó.


En la comisaria de Los Olivos donde ella vive hay más de quince denuncias por maltrato y hasta ahora no han hecho nada y el sinvergüenza del hombre sigue libre. No me explico como puede seguir libre después de todo lo que hizo y la policía hasta ahora no puede detenerlo.





Nos encontramos en un café, yo la invité. Al comienzo ella no quería hablar, pero le dije que no se preocupe porque no la íbamos a grabar ni nada. Solo quería escuchar su testimonio vivido, cuando entramos al local ella estaba reacia, huraña. Nos sentamos y ella permanecía callada, nerviosa. Le dije que se relaje, que no iba a pasar nada malo y así fue. Empezamos a conversar, primero hablamos de nosotras, la conversa duro más de 2 horas, pero cuando hablamos yo pensaba y sentía mucho cólera e impotencia de saber que ella no era la única mujer que pasaba lo mismo, y que podíamos hacer para poder acabar con ello.


En el transcurso de la charla ella ya se sentía en confianza y empezamos hablar de todo y de todos. Nos empezamos a reír de cosas que vivimos, porque somos contemporáneas y de hecho había temas en común como el amor y todo lo demás. Al final cuando empecé a mencionarle el tema de la violencia, su rostro cambio enormemente. Su sonrisa se borró del rostro, pero me dijo una frase que se me quedo grabada: “yo viví lo que tenia que vivir. Ahora me toca vivir lo quiero vivir”

Empezó a contarme que cuando se fue con el enamorado era muy feliz y pensó que siempre iba hacer así, pero cuando se embarazo, cambió totalmente las cosas. El ya no la tocaba, no era cariñoso, era todo reacio, amargado y hasta un poco violento. Al comienzo ella lo veía normal, pero con el paso del tiempo las agresiones fueron diarias. Ella nos cuenta que el trabaja, y ella también quiso hacer lo mismo peor el nunca lo dejo, ella cree y piensa ahora que era porque quería siempre dominarla o chantajearla de no saber a donde ir y siempre depender de el.


Nos cuenta que con su primer hijo no la pasó bien. Pensó que eso iba cambiar y sí de hecho cambió, pero fue peor. Lo primero que recibió fue una cachetada porque se demoró en la cita en el hospital. Ella quiso irse pero no pudo porque el le pidió perdón y porque no tenía a donde ir y se quedó lo dejó pasar. Luego con el tiempo el fue siendo mas agresivo. Ya no había saludo ni respeto por ella. Todo era grito y golpes, le pregunte como salió embarazada de su segundo hijo, y me respondió llorando, que él la agarró a la fuerza, revivió todo lo que había sentido con su padre cuando también le hizo lo mismo. Ella me cuenta que siempre pensó que como su padre lo hizo, todos tenían derecho también hacerlo. Por eso es que nunca hizo nada. Hasta que un día se cansó y decidió denunciarlo, pero no le hicieron caso. Me cuenta que por motivos de la golpizas casi pierde a su bebé y que eso fue el detonante para decidir irse de su lado. Le pregunté porque había esperado tanto tiempo, fueron casi 7 años pasar. No entendía como una mujer podía haber soportado tanto dolor y humillación. Ella responde que no solo era golpes sino también palabras groseras, insultos en la calle o donde a él se el ocurría. Conversando me dijo que jamás iba a golpear a sus hijos, porque no quería ni quiere que ellos crezcan con agresividad y reproducir lo mismo.


Sin darnos cuenta se hizo de noche y ella me dijo que tenía que correr a ver a sus dos hijos, que se habían quedado con una tía donde ella estaba viviendo. Cuando ya estábamos terminando ella me dijo que se veía reflejada en mí y que la final de todo ella sabía que Dios tenía muchas cosas mejores, y que si tuvo que pasar por esto es porque Dios tiene preparado algo bueno para ella. Me decía que no se arrepentía de nada porque tiene 2 hijos por quien da la vida y es muy feliz. De algo si pude estar segura, y es que ella no ha perdido las esperanzas. Me dio mucho gusto saberlo, porque creo que todos en este mundo tiene derecho a ser felices. Llegó el momento de irnos y nos despedimos diciendo que nos mantendríamos en contacto.

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