Salazar Alarcón Jessica Lizet
¿es el perú un país
machista?
“El machismo funciona así: hay una serie de creencias y
prácticas que el hombre y la mujer van absorbiendo desde pequeños; mientras
crecen las interiorizan, las reproducen y finalmente las normalizan. Entonces,
esas creencias y prácticas se vuelven actitudes. En algunos casos estas pasan
inadvertidas, se camuflan entre la cotidianidad, otras veces son fuente de risa
y bromas. Existen también las que son toleradas y soportadas, pese a la
sospecha de que se comete una injusticia; y finalmente están las
escandalosamente violentas, las cuales, pese a ser evidentes a los ojos de
cualquiera, desfilan impunes”. Cinthya
Capuñay Llerena - Socióloga (UMSM)
El machismo es un conjunto de creencias, costumbres y
actitudes que sostienen que el hombre es superior a la mujer en inteligencia,
fuerza y capacidad. Es decir, asignan a las mujeres características de
inferioridad. Por lo tanto quienes creen en el machismo o han sido educados en
él, consideran que es el hombre quien tiene poder de decisión y elección, quien
puede mandar y ordenar, conquistar y proponer en las relaciones afectivas y
sexuales, quien debe recibir mayor retribución económica, entre otras
creencias. Además, consideran que hay oficios para hombres y otros para
mujeres, así como actividades exclusivas para hombres, por eso es usual
escuchar que el hombre no debe asumir tareas del hogar (barrer, cocinar,
planchar, etc.) y que las mujeres no deben realizar tareas que impliquen el uso
de la fuerza.
¿Crees que el machismo es de ahora, o ya
viene de antes?
- “Las creencias machistas han pasado de generación en generación y por eso aún hoy muchas personas en distintas sociedades y culturas las conservan e incluso las ven como algo normal”. Carol Ruiz
- “En otros casos, el machismo ha permeado tanto la educación escolar, familiar y los medios de comunicación, que no se ve como una creencia sino como algo natural, es decir, se asume que biológicamente las mujeres son frágiles, dependientes e incapaces para desarrollar determinados trabajos u oficios. Susana Campodónico
- Sin embargo, muchas otras sociedades han relegado el machismo e intentan tener relaciones equitativas entre hombres y mujeres. Por tratarse de una idea creada por las personas y la cultura, el machismo puede transformarse; pues hombres y mujeres tienen los mismos derechos y por lo tanto deben gozar de las mismas oportunidades”. Patricia Ramos.
El alto
número de agresiones que sufren las mujeres en el Perú, nos hablan de que somos
un país sumamente machista. A pesar que se han dado algunas normas para
controlar esta violencia, está claro que aún falta mucho por hacer.
¿Quién no ha
escuchado alguna vez a un hombre decir “Mujer tenía que ser” o “Mujer que no
jode es hombre”?. Así como estas frases que se refieren a las mujeres en esos términos,
existen en el país muchas otras, siendo todas ellas parte del vocabulario
machista muy común entre la mayoría de los peruanos.
Ésta situación es apenas una de las tantas que
tienen que tolerar las mujeres en el país donde el fenómeno se ve con mucha
naturalidad, siendo ya parte de nuestra cultura.
En el Perú, el machismo agrede,
ofende, abusa e incluso mata. En el primer mes del año, según el Ministerio de
la Mujer, de los 19 casos de violencia, 11 terminaron en muerte y 8 fueron
tentativas.
Razones del machismo:
“El machismo en lugar de constituir una prueba de
la superioridad masculina, se representa como la expresión de la inseguridad de
los jóvenes respecto a su propia virilidad o a su capacidad de obtener el
reconocimiento de sus pares. Para otros, como la psicóloga Carmen Mendoza, el
machismo es una reacción irracional de defensa contra el reto que representa la
liberación femenina y la irrupción de las mujeres en el espacio público. “Se
trata pues de una reliquia del pasado y de un intento de proteger los
privilegios masculinos que han perdido legitimidad”, Norma Fuller - La
antropóloga, de la Universidad Católica del Perú.
Una investigación sobre representaciones de
sexualidad en tres generaciones de limeños identifica ciertos cambios
generacionales. Aunque en la generación que tiene entre 60 y 70 años, el varón
se presenta como impulsivo, autoritario y protector, en cambio en la generación
que tiene entre 40-50 años se incorpora el reconocimiento de la sexualidad de
la esposa y la importancia de la paternidad para definir la autoestima del
varón tanto individual como socialmente.
Un reciente estudio de opinión publica aplicado a
hombres y mujeres mayores de 18 años viviendo en las ciudades de Lima y Callao
concluyó que la idea del padre más comprometido afectivamente y
comunicativamente con sus hijos ha ingresado a las percepciones y mentalidades
de la población urbana.
Las investigaciones que han explorado la temática
de la identidad masculina muestran que la dimensión paternal y la
responsabilidad frente a la familia son ejes cruciales de ésta.
El machismo entendido como afirmación de la
virilidad y control sobre las mujeres, dice Mendoza, es un componente de la
cultura masculina juvenil transmitida por el grupo de pares. De acuerdo con la
profesional, esta cultura acentúa la ruptura con los valores de la casa,
asociados a la figura materna y sobrevalua el aspecto indomesticado de la
masculinidad: fuerza física y virilidad.
¿Por qué lo toleran?
Las mujeres jóvenes soportan el maltrato porque se
da dentro de una relación que es el único afecto que han encontrado en sus
vidas. Esto refleja, dice, que en su entorno familiar no encuentran afecto ni
atención.
Para la profesional, hay que trabajar la identidad
de la chica, que entienda que puede ser objeto de afecto y que aprenda a
distinguir una suave caricia de una que busca someterla con brusquedad.
Además en el Perú también es un país machista porque aún no se ve
reflejada la igualdad de género por ejemplo en las empresas hay pocas mujeres
con cargos altos, hay discriminación contra la mujer en ese campo por ejemplo.
En el trabajo:
Uno de los problemas que tienen las mujeres para
ocupar puesto de vanguardia es que muchas veces los subordinados hombres las
rechazan. Esto se da sobre todo en ocupaciones que requieren esfuerzos físicos,
pues consideran que ellas no entienden de eso.
Otro problema recurrente para las mujeres es cuando
se embarazan y requieren de alguna licencia en algún momento. Por esta razón,
muchos empleadores lo piensan hasta tres veces para contratar a una profesional
mujer. Pero el más común, sobre todo para las más jóvenes, es el acoso sexual.
¿Qué mujer bonita no ha sufrido alguna vez una insinuación de parte de su jefe?
Ahí están las varias denuncias hechas públicas durante estos últimos años por
parte de policías y militares femeninas que sufrieron el acoso no solo de sus
superiores sino también de sus compañeros.
La ONG Manuela Ramos hace algún tiempo hizo
hincapié en algunos temas que tienen que ver con la sexualidad. Una mujer que
hace uso de su libertad sexual no es una “jugadora”, y una mujer que no tiene
hijos no es una persona frustrada. “Ante el incremento de los niveles de
educación de las mujeres, la maternidad representa una opción y la sociedad
tiene que reconocer el derecho a que las mujeres decidan libremente la
maternidad”.
OTROS DATOS:
1.- Según una encuesta de la Universidad Católica
del Perú realizada a inicios de marzo de este año, un 50% cree que en el Perú
el machismo es practicado por hombres y mujeres por igual; mientras que un 40%
opina que los varones lo practican más que las féminas.
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