PIRATERÍA: MUNDO ILÍCITO PERMITIDO
¿PRIVACIÓN DE LOS DERECHOS O ACCESO CULTURAL?
Por: Julio Oporto Herencia
El consumo de productos pirata, es una práctica en la que la mayoría de peruanos ha incurrido en más de una oportunidad.
Ocho de cada diez peruanos en el país ha comprado alguna vez mercancía pirata, según una encuesta realizada por APDAYC (Asociación Peruana de Autores y Compositores). Lo que ha generado un clima de ilegalidad consentida por la población.
La piratería se refiere a la copia y contrabando de obras literarias, musicales, audiovisuales e incluso de software. Efectuadas sin el consentimiento del autor o sin obtener autorización de uso.
“El 99% de la piratería le mete la mano a los bolsillos de los autores todos los días. En este país, por culpa de la piratería, se fueron grandes productoras. Hoy el artista trata de grabar su canción con su propio dinero” señaló, Armando Massé, presidente ejecutivo de APDAYC, en declaraciones a la prensa.
Los productos piratas se distribuyen libremente en los centros informales así como por las calles y avenidas del país, sin ningún control.
En la avenida Wilson ubicada en el centro de Lima, se observa gran distribución de material ilegal. A lo largo del día, pequeños puestos instalados en galerías ofrecen desde libros hasta programas de software. Estos han destacado por la gran demanda de clientela que la concurre.
Así mismo, se ve gran afluencia por el comercio ambulatorio ilegal. Por las calles, entre avenidas y aceras, se vislumbra a los vendedores callejeros quienes muestran sus productos mientras caminan y gritan el nombre de lo que ofrecen.
Pero es el comercio de los “jaladores” el que lidera en el mercado. Los llamadores de servicios, entre ellos, avisos, programas y juegos piratas, han tomado las calles con la finalidad de llegar personalmente a la gente y atraer mayor clientela a las galerías o locales del corazón de Lima.
La piratería, aunque censurada en términos oficiales, es la preferente adquisición del peruano. Y todo apunta a señalar que es una costumbre cotidiana de la que difícilmente nos libraremos, para bien o para mal.
Mal necesario
Para el productor cinematográfico y creador del diario IQT, Paco Bardales, la piratería se establece en nuestro país como un “mal necesario” porque “nivela, de algún modo el acceso a la cultura y educación en un lugar como el Perú”.
Bardales manifestó que la piratería, se muestra para muchos como una oportunidad por el lado creativo, “una gran ocasión para que la gente pueda ver, leer o sentir lo tuyo”.
Así mismo, señaló que por el lado industrial no se genera muchos ingresos económicos, debido a la corrupción y poca inversión del estado; y que por ende no existe una difusión de la creación ni la protección adecuada a los derechos de autor.
Éxodo cultural
La piratería puede finalizar con la carrera de creadores talentosos, lo que priva a los países de la riqueza que representa la creatividad local. Para el nobel 2010 de literatura, Mario Vargas Llosa, la piratería es mortal para la actividad literaria. “es una especie de cáncer con un efecto muy negativo para el negocio de la literatura”.
Repercusiones
La piratería, sin duda, afecta a todos. Desde los trabajadores de las industrias culturales hasta el estado. A los colaboradores porque su producción es remplazada fácilmente. Y al gobierno, puesto que no cobra impuestos que pueden ser reinvertidos en el desarrollo cultural.
De esta manera, desestabiliza a la industria legal que no puede competir de forma justa con la imposición de precios bajos de la piratería.
En conclusión, esta actividad ilícita no solo dificulta el desarrollo de las industrias culturales y el de sus trabajadores, sino también obstaculiza el desenvolvimiento económico en general, ya que las empresas no pueden afirmarse de manera sostenible.
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