Bajo el Umbral

Así como el mínimo destello de luz en la oscuridad cruza el umbral de la percepción y estimula al ojo humano para su registro, en el periodismo, sólo es necesaria una pizca de información para investigar lo que aún está oculto, lo que está “Bajo el Umbral”.

jueves, 12 de junio de 2014

¿Esta la religión pasada de moda?






por: Rogger Erazo
Cambiar los videojuegos por las guitarras y las horas de internet por ensayos con el grupo de coro, no son una tarea fácil para la iglesia, pero se está logrando a pasos lentos, y lo podemos ver en los grupos conformados por jóvenes que le han dado un enfoque distinto a su forma de pensar.
La relación entre el catolicismo y los jóvenes se ha venido deteriorando en los últimos tiempos. Esto de alguna forma ha repercutido en las estrategias empleadas por la Iglesia con la finalidad de reinsertar a la sociedad hombres de bien que lleven la palabra del catolicismo.
Una de las razones que marcan el punto de quiebre entre la religión y los jóvenes serían las doctrinas impartidas por la iglesia que los obliga a dejar de lado las cosas materiales y las formas de vida regidas por el libertinaje. Como es típico en los jóvenes, siempre están rodeados de amistades, donde las fiestas y aventuras amorosas y sexuales se convierten en temas de conversación. Cuando se pretende llegar a ellos con enseñanzas bíblicas y alabanzas a Dios, los jóvenes muestran desinterés y rechazo porque sienten que los dogmas cristianos atentan contra sus formas de pensar y actuar.




El teatro: una manera de conectarse con Dios.



Sin embargo, el número de jóvenes en las iglesias está aumentando. Han encontrado en el teatro un refugio para olvidar los problemas que los aquejan. Gozan con cada presentación y se sienten más que satisfechos cuando ven asistir a jóvenes como ellos a las funciones. Además de invitarlos a formar parte del grupo de actuación.


“Hay muchos chicos que tienen talentos para la actuación y lo descubren aquí. Eso es lo que queremos. Que muchos otros jóvenes descubran que son buenos para algo y que no desperdicien su vida en las drogas y otros vicios”, dice Anabel mientras toma un descanso luego de ensayar para la función próxima a estrenarse.

Sinfonía de esperanza
No solo el teatro está consiguiendo que los jóvenes abandonen las pandillas, sino también los coros en las iglesias que despiertan gustos musicales. La música siempre ha formado parte de la vida del hombre y es en la adolescencia que los gustos musicales tienden a ser notorios. Es por eso que los grupos de coro adoptan los nuevos ritmos para crear canciones con mensajes de reflexión y fe.
Las charlas de confirmación en algunas iglesias comienzan a los 14 años y los catequistas, en su mayoría, son jóvenes que bordean entre los 22 o 25 años. Ellos se sienten identificados con los apóstoles de Jesús y muestran preocupación por el aumento de drogadictos en las calles.
“No solo el internet y la televisión tienen la culpa de la ausencia de adolescentes en las misas sino que en algunos casos los padres de familia prohíben a sus hijos asistir a las charlas. Prefieren verlos hacer cualquier otra cosa a estar perdiendo el tiempo en canciones y rezos”, expresó Daniel Quesada, un joven catequista de 22 años y guía de los muchachos que se preparan para la confirmación en la iglesia Nuestra Señora de la Luz en Comas.

Lo cierto es que la juventud de nuestros tiempos experimenta más desenvolvimiento, donde los tabúes superarán a las enseñanzas religiosas, pero queda también demostrado que no todos los jóvenes se olvidan de Dios, que poco a poco llegan personas en búsqueda de una oportunidad para subsanar los errores de su pasado.









  

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